Este impresionante palacio lleva por nombre el de su dueño y constructor, Blasco Núñez de Vela, que, junto a su esposa Brianda de Acuña, mandó edificar en 1540. Este el primer virrey de Perú levantó una residencia de claro desarrollo horizontal y estilo renacentista caracterizada por su curiosa falta de simetría en la fachada y decoración con escudos familiares, finas columnas y vanos abiertos. Su puerta principal también es destacable (posee un carácter bastante excéntrico).
A través de un zaguán se accede al patio principal, de estilo muy sencillo y elegante en el que destaca la escalinata que da acceso a la planta superior.
Admiramos, pues, un edificio perteneciente a una familia de nobles muy reconocida en la ciudad de Ávila y que posee un carácter multifuncional. Y es que esta construcción ha hecho las veces de cuartel y academia militar, residencia de John Berry (director de la Real Fábrica de Textiles del algodón), almacenes, talleres y oficinas; Audiencia provincial. Si realmente pensamos en la estructura, es una típica residencia del siglo XVI, con todos sus detalles y comodidades para las familias más adineradas de la ciudad.
Continuemos ahora perdiéndonos por las mágicas calles de Ávila que nos trasladan hasta personajes, historias y monumentos de siglos y siglos atrás, pero que siguen teniendo, hoy aquí, su papel clave en la ciudad actual.
[…] añadiremos que, el autor argentino Enrique Larraeta ambienta parte de su novela de 1920 “La Gloria de Don Ramiro” en este Torreón de […]