5 pueblos españoles ideales para entrar en contacto con la naturaleza

Si estás buscando una escapada para huir de la ciudad y descubrir lugares nuevos, no te pierdas nuestra selección. Cinco pueblos llenos de encanto, donde sentir que te trasladas a otro tiempo al recorrer sus calles. Además, el entorno natural y paisajístico deleita los sentidos, para un viaje único. En cualquiera de ellos es posible encontrar casas rurales para pasar unos días de ensueño.

1. Bronchales (Teruel)

En plena Sierra de Albarracín, este municipio turolense es el lugar perfecto para hacer senderismo. Su red de caminos que parten del pueblo no solo es extensa, sino que depara maravillosas sorpresas. Forma parte de la denominada Ruta del Cid, y hará las delicias de los amantes de la observación de las aves. Además, en tu periplo podrás avistar muchos otros animales, como corzos o ciervos. Por si todo esto fuera poco, la riqueza de sus bosques hace que también sea un enclave idóneo para buscar setas.

2. Ochagavía (Navarra)

Este pueblo navarro se enclava en el valle de Salazar, bañado por dos ríos: el Zatoia y el Anduña. El verde de sus bosques invita a perderse por sus sendas, ya sea caminando o en bici. Además de recorrer las callecitas del pintoresco pueblo, una excursión muy recomendable en los alrededores es la selva de Irati. Se trata de un paraje de belleza incomparable, destacando el hayedo abetal, considerado uno de los más extensos de Europa.

3. Liérganes (Cantabria)

Todas las tonalidades de verde conviven en el paisaje de este precioso pueblo cántabro. Es un auténtico placer caminar en los alrededores del municipio, además de disfrutar del magnífico casco urbano, que está estupendamente conservado. Ya en el monte, sorprende encontrarse con una preciosa ermita, conocida como la Iglesia de San Pantaleón. Un lugar ideal para alojarse en una de sus casas rurales y gozar de la paz que se respira en cada rincón.

4. Linares de la Sierra (Huelva)

Situado en la onubense Sierra de Aracena, se trata de un pequeño enclave de gran belleza. Es uno de los muchos núcleos que salpican la sierra aquí y allá, con sus casitas blancas con el paisaje montañoso al fondo. Los bosques de encinas y pinos regalan un aire fresco para sentir a cada paso la maravilla de la naturaleza. El núcleo urbano ha sido reconocido como conjunto histórico-artístico, pues su arquitectura tiene algo especial.

5. La Alberca (Salamanca)

Encaramado en la salmantina Sierra de Francia, se alza este precioso pueblo que conserva todo el sabor de antaño. Tanto el trazado de sus calles como la construcción de las casas siguen manteniendo la esencia de la arquitectura tradicional. Sus balcones llenos de flores y sus callejuelas de adoquines hacen que te sientas como en un viaje al pasado. Además de sus famosos turrones y su rica gastronomía, la naturaleza que rodea al pueblo es uno de sus principales activos. Una ruta de senderismo por la zona consigue satisfacer incluso a los más exigentes.