Su construcción data desde el siglo IX, su período de uso es el que comprende la invasión musulmana en la zona. De acuerdo a la investigación de eruditos en arquitectura los materiales con las que esta muralla se construyó son de mucha calidad. Está abierto al público de manera libre.
De este lugar se conservan algunos vestigios, se piensa que es la construcción que aún permanece en pie de las más antiguas. En algún momento debió formar parte de una fortaleza. En el año 1954 fue declarado Monumento Histórico-Artístico. Parte de este monumento integra el parque Mohamed I, nombre a quien se le atribuye la fundación de la ciudad. Es uno de los monumentos que nos recuerda el legado musulmán a nuestros pueblos.
Se piensa que la muralla cumple una función múltiple; los musulmanes acostumbraban a construir dentro de sus zonas amuralladas edificios como una Mezquita mayor, una alcaicería, etc.. Por tanto se entiende que la muralla protegía la zona más importante de la ciudad. La misión que este recinto tuvo en el pasado fue vigilar el camino fluvial de Manzanares.
La ciudad consistía en la medina (centro religioso y comercial) y el rabad que comprendía el pueblo que vivía en extramuros. Las puertas de la muralla marcaban las calles más importantes de la ciudad y los barrios oscilarían de acuerdo a sus trazados. Las puertas de la muralla son la Puerta de la Vega, la Puerta de la Mezquita, la Puerta de la Sagra. Con la conquista cristiana en el siglo XI el recinto fue ampliado. Se constata que a sus alrededores posee diferentes atalayas independientes, aunque sólo se conoce con certeza la Torre de los Huesos. .
Si vienes a este monumento, conocerás una creación de nuestros ancestros que te envolverá en la magia del pasado. Lo más interesante es que la construcción de esta muralla es vinculada de manera muy estrecha con la fundación de Madrid.